Sobre el sol que se esconde, están los ojos de la melancolía
Entre el frió se escondieron los sentimientos cansados
De los labios que no se llegaron a rozar.
Si el sabor de tus labios, durara más que el sabor de las lagrimas;
Si el brillo de mis ojos durara más que la oscuridad en que los mantiene tu ausencia
Si tu abrazo me atrapara en el tiempo, Y no la lluvia que observo tras el vidrio empañado
Si tu mirada me hipnotizara tanto, como la lentitud de los domingos
Si tan solo tu llegada no fuera el motivo de mi espera,
Dejaría morir mi alma a los pies del cielo,
Hasta que encuentre ella sola un refugio donde esconder mis ojos secos.
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