Es difícil comenzar contra corriente... aunque así también se miden los logros, por la dificultad. No sólo se aprende de lo anotado en los cuadernos o lo que la memoria atrapa, también se aprende de no desistir.
El mundo corre y aquellos/as a quien la comodidad y mediocridad nos provocan en lugar de asentarnos, siempre iremos contracorriente. Todos los días se vive una vida provocada: por la insensibilidad, por la comodidad de la desidia, por la falta de voluntad, por la pérdida de voluntad... Todos los días, ustedes, quienes siguieron hasta el final escribiendo y dejándose provocar, se tendrán que recordar de esta experiencia, de lo fácil que es seguir al montón y lo complejo pero satisfactorio que fue ganarle a sus propios miedos e inseguridades.
A eso, le sumaremos los poemas de Diana Ramos que nos recordarán lo visto y teorizado... La seguridad que va conquistando Amílcar con cada obstáculo sobrepasado... La capacidad y solidaridad de Telma y Flor que les hacen menos cómodas con el tiempo...
Lo experimentado por Carlos y lo que nos regaló en sus historias de peces y mar...
El respeto y capacidad de liderazgo que en Joaquín ahora saben que se puede depositar...
y así, además de lo leído, lo escrito, lo urgado y lo descubierto por cada una y cada uno de ustedes...
Hasta la próxima...
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